EL ARTE DE VIVIR!!!

En la vida todo es arte, o al menos así lo he sentido siempre. Cada cosa, cada detalle, precisa la mirada de un artista. El simple hecho de movernos requiere de gracia, de una gracia especial. No es igual si caminamos como autómatas, que si nos deslizamos como gacelas. El sencillo acto de sorber un vaso de agua por ejemplo, será muy diferente si lo hacemos sintiendo cómo corre por dentro nuestro, y percibimos la diferencia entre antes de tomarla y después, o contemplamos el cristal de la copa haciéndolo jugar con las luces que nos rodean, todo, absolutamente todo, es arte. En fin, podría seguir Ad Infinitum, pero esta vez sólo quise compartir la idea que tengo. Claro que si profundizamos, vivir es todo un arte!. Aprendí a sanarme y a sanar, eso también es Arte. Existen mil y una vicisitudes y maravillas en la existencia, a través de las cuales debemos aprender a movernos con arte precisamente, tantas, que me asombró encontrar disponible el título.

SEAN TODOS USTEDES MUY BIENVENIDOS!!!

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ADVERTENCIA

Todos los mensajes aquí expuestos son para el crecimiento espiritual. El discernimiento personal es un requerimiento para leerlos. Si no resuenan con su corazón, deséchelos.

sábado, 14 de febrero de 2015



Trabajo, niños, casa, estudio, noticias desbordantes…
¡Cada día es un esfuerzo levantarse con una sonrisa en nuestra cara! Sobre todo si desayunamos frente a la TV o el periódico; deprisa, leyendo o viendo los tremendos titulares con los que amanecemos.
Poca cosa podemos hacer para evitar, sortear o impedir… estas situaciones.
Sin embargo siempre hay una cosa que si podemos hacer.
Yo hace un tiempo que ante la falta de espacio en mi agenda, he decidido tener una cita semanal conmigo misma ¡al fin y al cabo soy mi mejor amiga J !
Esta cita es inamovible y es MI tiempo, MI espacio.
En esta cita; preparo mi pequeño “altar” con flores, velas naturales de abeja de colores y algún incienso preferido (lluvia de primavera, nag champa…)
Pongo mi mantra preferido.
Cierro los ojos.
Respiro suave y profundamente, oliendo el suave perfume de las flores, mezclado con el incienso y el aroma de la cera de abejas.
A veces tarareo el mantra o simplemente lo dejo resonar en mi cabeza; dejo que penetre en mi alma y la enriquezca,
Poco a poco vienen a mi mente imágenes, pensamientos, olores… cálidos, de paz, de alegría, seguridad…
Escucho y descubro mi mundo interior.
Mi mente se aclara, se limpia, se recarga de energía y se libera de tanta presión acumulada.
Esta claro que lo que a un@s funciona a otros no tiene porque, solo debemos de encontrar nuestro tiempo y nuestro espacio.
Podemos dedicarlo a meditar, pasear, tomar algo con amig@s...
Pero es primordial darnos este u otro respiro, para nuestra salud psicológica.
Con ello:
Clarificaremos nuestra mente.
Elevaremos nuestros pensamientos.
Aumentaremos nuestra vibración espiritual.
Reequilibraremos nuestro cuerpo

 Rosa Francés Cardona

viernes, 13 de febrero de 2015


 Un gran hombre

Los hombres siempre nos caracterizamos por ser el sexo fuerte, aunque muchas veces caemos por debilidad.
Un día, mi hermana lloraba en su habitación. Con mucha nostalgia, observé que mi padre se le acercó y le preguntó el motivo de su tristeza. Los escuché por horas, pero hubo una frase tan especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy, ocho años más tarde, la recuerdo cada mañana y me llena de fuerza.
Mi padre acariciándole el rostro, le dijo: -"Hija mía, enamórate de un Gran Hombre y no volverás a llorar" Me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para llegar a ser ese gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces. Conforme pasan los años descubrimos que si tan sólo todos los hombres lucháramos por ser grandes de espíritu, de alma y de corazón, el mundo sería completamente distinto. Aprendí que un Gran Hombre... no es aquel que compra todo lo que desea, pues somos tantos que hemos comprado hasta el cariño y el respeto de quienes nos rodean.
Mi padre le decía:
"No busques a un hombre que sólo hable de sí mismo, sin preocuparse por ti..."Ni a aquel que se pase las horas halagando sus propios logros... "No te aferres a un hombre que te critique y te diga lo mal que te ves, o lo mucho que deberías cambiar."¿Para qué quieres a un hombre que te abandonará si no cambias, o que te deje por un cabello más claro, o por unos ojos de otro color, o por un cuerpo más esbelto... si no supo admirar la verdadera belleza que hay en ti? ¿Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas, haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e integridad? Me costó trabajo comprender que GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, auto, ni quien vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo. Un verdadero y gran hombre, es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en vicios y cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y grandeza interior. Un Gran Hombre, es el que camina de frente, sin bajar la mirada; es aquel que no miente y sabe llorar su dolor.
Hoy mi hermana está felizmente casada, y ese Gran Hombre con quien se casó, no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni mucho menos el más adinerado. Ese Gran Hombre es quien simplemente nunca la hizo llorar.
Es quien la hace sonreír por lo mucho que han logrado juntos, por todos sus recuerdos, por cada alegría que comparten y por esos tres hijos que llenan sus vidas. Ese Gran Hombre, ama tanto a mi hermana que no se cansa de besar sus manos y sus labios.
La quiere por lo que ella es, y por lo que son cuando están juntos.
¡Aprendamos a ser uno de esos Grandes Hombres, para que vivamos el paso de los años de la mano de una Gran Mujer y nada ni nadie nos pueda vencer!
Se lo mando a mis amigos "hombres", para que les toque el corazón y traten de hacer crecer a ese Gran Hombre que vive dentro.
Y a mis amigas mujeres para que esperen a ese Gran Hombre que el universo tiene para ellas.   
DE LA WEB.

jueves, 5 de febrero de 2015

UNA VIDA ZEN… SIN NECESIDAD DE SER MONJES !
De JAVIER AKERMAN


Hay 12 puntos fundamentales y básicos para llevar una vida parecida a los monjes Zen sin necesidad de tener que convertirse en uno de ellos:
1. Una cosa cada vez. Es parte de la vida de un monje Zen, una tarea, nada de multitareas. Un proverbio Zen dice “cuando camines, camina. Cuando comas, come”
2. Hazlo pausadamente y con propósito. Aunque hagas una cosa cada vez, pueden realizarse aleatoriamente y con precipitación. Por el contrario tus acciones deberán ser razonadas y realizadas con pausa, así ganarás en concentración.
3. Hazlo de forma plena. Centra tu mente en la tarea y complétala antes de pasar a la siguiente. Si algo queda inacabado, aparta la tarea completamente no dejando ningún resquicio. Si preparas un bocadillo, no lo comas hasta que recojas y hayas limpiado todo lo que utilizaste para prepararlo.
4. Haz menos. Un monje Zen no tiene una vida perezosa. Se levanta pronto y trabaja durante todo el día, pero no genera una lista de tareas sin acabar. Realice las tareas que realice serán esas y ninguna más. Menos tareas significa poner tu atención en ellas y las realizarás plenamente, Muchas tareas programadas hará que saltemos de una a otra rápidamente sin pensar y sin concentrarnos en ellas.
5. Espacia las tareas. Disponer de tiempo entre tareas te ayudará a concentrarte en ellas y te facilitará completarlas. Una programación relajada ayudará a finalizar tareas que se alarguen disponiendo del tiempo necesario para finalizarlas.
6. Desarrolla rituales. Los monjes Zen tienes sus propios rituales para las tareas que realizan, desde comer a limpiar o meditar. Eso les ayuda a darles la máxima atención y a que sean realizadas, con pausa, correctamente. No tienes que seguir ningún ritual, crea tus propios rituales para cada tarea que realices, preparar comida, limpiar, despertarse o acostarse o hasta cómo prepararse para el ejercicio.
7. Asigna tiempo para ciertas tareas. Hay tareas diarias que requieren un horario específico. Determina el tiempo para el aseo, para trabajar, para limpiar o para comer. Esto asegura que las tareas sean realizadas regularmente. Si para ti una tarea tiene la importancia suficiente para realizarse con regularidad, asígnale el tiempo necesario.
8. Dedica tiempo a sentarte. Una parte fundamental de la vida del monje Zen es la meditación sentado (zazen). Esto requiere designar un tiempo simplemente para sentarse. La meditación es práctica, ayuda a encontrarse, pero no hay por qué realizarla cuando estés sentado. Hacer ejercicio puede ser una buena práctica para centrarse en uno mismo, cualquier actividad te puede ayudar a encontrarte.
9. Sonríe y ayuda a los demás. Los monjes Zen dedican parte de su día al servicio a los demás. Esto enseña humildad y aleja el egoísmo de sus vidas que se orientan al servicio. Dentro de la familia o fuera puedes dedicar ese tiempo a los demás. De igual forma sonreír y ser amable con todo el mundo ayuda a mejorar la vida de los que te rodean. Considera unirte al trabajo voluntario de caridad.
10. Haz que limpiar o cocinar sean parte de la meditación. Además de la meditación zazen, limpiar y cocinar son partes importantes del día de un monje Zen. Pueden resultar ensalzantes al realizarlas cada día como práctica del auto-conocimiento. Si para ti son aburridas, intenta hacerlas parte de la meditación, concéntrate en ellas, hazlas pausada y plenamente, tu día cambiará plenamente (y tu casa estará más limpia).
11. Piensa qué es necesario. Hay muy poco en la vida de un monje Zen que no sea necesario. En su armario no hay prendas exclusivas, ni muchos zapatos, nada de instrumentos tecnológicos, coches o comida basura (su dieta es vegetariana). No es necesario vivir como un monje Zen pero nos tiene que servir para recordar que hay muchas cosas en la vida que no son necesarias, y es interesante pensar qué necesitamos realmente en nuestra vida y qué cosas son necesarias.
12. Vive de forma sencilla. Es el corolario de la regla 11, si no es necesario, puedes vivir sin ello. Libérate de aquello que no sea necesario o esencial. Para cada uno, esto será diferente, familia, lectura, ejercicio o los amigos pueden ser algo esencial en tu vida. Decide qué es lo más importante para ti y hazle hueco en tu vida eliminando lo que no sea esencial.
Publicado por JAVIER AKERMAN 

http://budistas.blogspot.com/2008/06/vi ... onjes.html