“Todos tenemos una familia, nacemos en un núcleo que previamente elegimos, pero no somos conscientes del “premio” hasta que es demasiado tarde. Unos tienen la suerte de encontrar en ella su apoyo y su guía y otros tienen en ellos a su peor enemigo. Si tienes la fortuna de tener una familia idílica es probable que no te sientas identificado, o no logres a discernir lo que es una familia toxica. Quien más, quien menos ha chocado frontalmente con algún miembro de su núcleo familiar, también es más común de lo que parece, tener varios frentes abiertos con cada uno de los miembros que forman tu familia. Esos seres con los que te une un nudo férreo, a los que estas unido por el lazo irrompible de la sangre, pueden hacer de tu casa un auténtico Pandemónium, un infierno comprimido y asfixiante en el que ninguna penitencia parece aliviar su fuego.
A poco que seas una persona abierta de mente, puedes llegar a pensar que arrastras una gran cantidad de karma y esa relación hiriente que mantienes con tus seres queridos, es una forma de purgar todo ese saldo karmico que llevas a tus espaldas de otras encarnaciones, incluso puede que pienses que te lo mereces de algún modo, el chantaje emocional, la indiferencia y el desapego que te proyectan pueden llegar a hacerte pensar que eres tú el culpable y que aquello que te sucede realmente lo mereces, sufres porque eres el malo y tu entorno te lo recuerda a cada minuto.”
“Lo normal en muchas familias, es que cuando hay un miembro que se muestra capaz, independiente y resuelto con el entorno, un ser que agarra con fuerza su timón y se guía por la vida allí donde se propone, termine levantando las iras y las envidias más feroces de sus progenitores. Un polluelo que no necesita lecciones para emprender el vuelo, es un desagradecido y merece su rechazo más absoluto. Por regla general, los progenitores no reciben con agrado que un hijo pueda aleccionar y dar ejemplo, ellos o no supieron o no tuvieron el valor de enfocar sus vidas de la manera que idearon y desprecian irracionalmente a su vástago por lograr lo que ellos no se atrevieron emprender.
Utiliza esa situación angustiosa que mastica tu familia en tu provecho, quizás es la manera que proyectaste, para que te vieras obligado a emprender tu camino en solitario. Una familia opresora y castrante es el impulso que necesitas para salir y encontrarte a ti mismo, Encontraras indiferencia y rechazo, ese será el último empujón que necesitabas. Tomar un rumbo distinto al que te ofrece hasta ese momento la vida, en esa especie de bucle sin salida, sin progresos, sin metas, para desarrollarte como persona, encontrar tus verdaderos dones, desarrollarlos y perfeccionarlos. Convertirte por ti mismo, en un ser completamente nuevo con un bagaje amplio y unas experiencias que te hagan crecer y evolucionar.”
“Quedarte anquilosado en ese núcleo que crees el mejor porque esa institución familiar dicta que la tradición y el orgullo es lo que la identifica, lo que la define y la diferencia. Que la sangre debe permanecer unida y ser una roca, pero en tu interior no te identificas con nada de esto. Salir y enfrentarte al mundo solo, es la vía no solo de escape, si no que te permita saber quién eres y de lo que eres capaz, esto solo se aprende con la experiencia y en solitario. Si no yerras una y otra vez, nunca aprenderás y este paso por la vida será como un cero a la izquierda, en tu casillero de experiencias.
Con el paso del tiempo y una vez madurada y reposada tu vida en el conocimiento y la experiencia de vivir en consecuencia con tus propias decisiones, puede que el regreso a casa sea distinto, la vida te ha dado las herramientas para lidiar con esas personas cerradas, y puedas emprender de nuevo esa relación, construyéndola con otros lazos distintos. En el peor de los casos, te darás cuenta de que poco o nada a cambiado y bendecirás el momento que decidiste partir y encontrar tu lugar en el mundo.
No debemos obligarnos a permanecer al lado de aquel que nos hace daño, no debemos caer en falsos chantajes, amor con prebendas y sentimientos de posesión. Nadie por mucha sangre que lleves de ella en tus venas, tiene más autoridad sobre ti que tú, y por supuesto nadie te conoce mejor que tú mismo. Tu intuición, tu criterio y tu sentido común deben ser la brújula que te marque la dirección correcta. No hay que tener miedo al error, ya que gracias a el te convertirás en mejor persona, forjaras carácter y enriquecerás tu personalidad. Permanecer encarcelado en una relación toxica solo por el lazo que te une a ellos, impedirá que despliegues las alas de tu autoconocimiento y vueles hacia horizontes donde la sabiduría y la experiencia te esperan con los brazos abiertos.
Si por el contrario disfrutas de una familia que te enriquece y te aporta conocimiento, disfruta de tu premio, ya que la necesidad de expandir tus horizontes, quizás no sean tan apremiantes. Debemos permanecer al lado de todo aquel que nos enriquece y nos hace mejores y debemos apartarnos de aquellos que nos hacen reincidir en nuestro peor defecto, nos obliga a tropezarnos una y otra vez con nuestro ego y limita nuestra expansión mental y social. Nunca debemos arrepentirnos de lo que hicimos. Por muy mal que nos resulte esta empresa, por muy traumática que sea la experiencia, siempre será mejor haber errado que el no haberlo intentado al menos.
Por muy toxico que sea tu entorno familiar, si este ambiente te empuja a buscar tu ubicación en este mundo, no puedes más que dar las gracias. Ellos inconscientemente te ayudaron a dar con la senda que te permitió hallarte entre un mar de caos y dudas, dar con el sentido a esta vida y desarrollar tus propios dones, para convertirte en ese instrumento perfectamente afinado que hay en ti, es una gran recompensa. Agradece a esos que te oprimieron ya que sin esa negatividad no hubieras encontrado tu positividad, gracias a esa oscuridad hallaste el modo de encender tu luz e iluminar tu camino.”

Familia Toxica: Todos Mienten

Vivimos en estados de toxicidad emocional, esto crea un aletargamiento de la consciencia de uno mismo y te provoca que te alejes del ideal, o la forma natural de existencia, equilibrada y armónica. Si niegas la toxicidad te niegas a ti mismo ya que no es un problema de ego, sino un problema de negación de la realidad, nadie en absoluto es completamente feliz, y lidia mejor o peor con el contagio toxico emocional que generan quien supuestamente más te quieren. Tras largo tiempo investigando y persiguiendo por qué tus seres queridos pueden ser tu condena, tu penitencia y tus verdugos, me he dado cuenta que la familia feliz no existe, y que en realidad quien afirma vivir en plena armonía con sus consanguíneos es básicamente porque miente o porque miente y está sometido a esta jerarquía.
En el largo tiempo en el que llevo tratando de explicarme, porque alguien que te quiere te hace llorar, me encontrado con todo tipo de familias, he tratado de formar patrones, ver quien formaba el epicentro y quien eran los satélites, quien se retroalimentaba de otros y quien era realmente la víctima. En escasas ocasiones vi un patriarcado, por lo general la Madre es quien mueve los hilos, aun incluso en esas familias en las que el Padre parece ser el núcleo central. Jamás he conocido una familia feliz, jamás vi ese prototipo ideal de familia en el que todos sus integrantes se respetan, se aceptan y se ayudan, por lo que a mí y mi experiencia respectan, no existe.
Todas las relaciones que iniciamos a lo largo de nuestra vida tienen un propósito que no es evidente ni mucho menos, ya que venimos a ciegas a este mundo y amoldamos nuestra educación y nuestra personalidad de forma instintiva, y sobre todo de forma ambiental, según el ambiente en el que te críes así serás, pero incluso esto no es un patrón fijo, porque todas las relaciones posteriores trataran de amoldarte y someterte, es así y negarlo es inútil. Los amigos te amoldan y te adaptas a un grupo, ya que sentimos la necesidad imperiosa de ser aceptados, posteriormente las parejas te cincelan a su modo de ver, por lo general, nos enamoramos y tratamos de doblegar la personalidad del otro para adaptarla a la nuestra, es esa perpetua forma de darse cabezazos contra la pared llamada matrimonio. En este caso tengo que admitir que si se puede encontrar la pareja adecuada (llamarla perfecta sería demasiado rizar el rizo), alguien que simplemente te acepta tal cual eres y no trata de cambiarte o amoldarte a ningún ideal, conveniencia, comodidad, o cualquier otro patrón que el otro desee programar en nosotros, para hacer compatible la relación, con lo cual entran otras conveniencias que nada tienen que ver con el amor, que es lo que en un principio persigue la unión de dos personas.
De ahí que cumplir ciertos programas, presionen de tal modo que inicien la búsqueda ilusoria de la “media naranja” “ el príncipe azul” o la más inservible de todas “el alma gemela”, lo que convierte todas las relaciones en un juego de prueba/error en el que no se persigue conocer, aceptar y finalmente amar a alguien, se persigue un modelo que no existe y que jamás se encontrara, lo que esta ceguera propicia es que se rechace a todo aquel que no encaja en el patrón, un error de graves e irreparables consecuencias, porque es una negación a vivir lo que al final se produce.
Tras esto, y si al final se encuentra pareja, la fundación de la familia suele partir de varios factores, que si están alejados del amor como método, serán por defecto toxicas. No es muy difícil encontrar parejas que creen que teniendo hijos taparan ese gran agujero que es el desamor, teniendo en cuenta que no existe el desamor, sino que nunca hubo amor, y en realidad, solo fuimos una hoja empujada por el viento de lo que se espera de nosotros. Nos dejamos llevar empujados por las expectativas de otros, hasta que despertamos en algún momento en una relación vacía y en pleno rigor mortis. Si en este caso cometiste el error de tener hijos estas creando un trauma en tu progenie ya que una familia en la que no hay amor, aceptación y comprensión, es la anti familia, y tus hijos absorberán ese vacío, suele ocurrir a menudo que estos niños aprende que el amor se compra, aceptando regalos que ambos cónyuges otorgan como moneda de cambio, creando una relación basada en el chantaje. Los niños no son tontos, y en el mejor de los casos, trataran de evitar repetir tu error, pero por lo general en las familias vacías, solo existen egoísmos, chantajes emocionales, victimismo y falsas apariencias, así que si no hubo una muestra de verdadero amor, vivirán siempre en una constante confusión de sentimientos. Esto por supuesto, es una generalidad, ya que abarcar todos los modelos requeriría un tomo enciclopédico, pero sirva como muestra.
Finalmente me he encontrado con cientos y cientos de familias, me ha interesado siempre ver y escuchar, formarme una idea de los roles que cada uno de los integrantes juegan, y por supuesto de cara al exterior, todas y cada una de ellas eran familias idílicas, felices, comprensivas y amorosas, que cumplían el prototipo de familia casi utópica, pero que simplemente escondían sus cicatrices. Nadie quiere reconocer que viven en un cáncer familiar e incluso aquellos que dicen haber llevado una infancia feliz, con una buena relación con sus hermanos y primos, es que simplemente enmascara la verdad, y prefieren omitir los malos ratos, es lo que comúnmente se conoce como memoria selectiva. Es una forma simple de auto engaño, ya que es mejor no ver para no sufrir, y en esto está fundamentado casi el 100% de las familias.
Existe un programa que está inserto desde hace generaciones en tu árbol genealógico que dicta que lo primero es la sangre, y todo el daño que te hace la sangre, hay que tragarlo. Todas las generaciones anteriores a la mía, entendieron que la unidad y el buen clima de la familia se sustentaba en la capacidad para tragar sin rechistar, toda esa toxicidad emocional, que años más tarde acaba aflorando en forma de enfermedades y patologías de diversa índole. Callar y aguantar es sinónimo de enfermedad, y no soy yo quien lo dice, está demostrado. Pero seguir insistiendo en que todo está bien y el sol brilla, a la larga puede acabar aflorando del modo menos esperado.
Ahora tienes hijos, y si no has puesto pies en polvorosa y tu autoengaño ha provocado que tu familia feliz solo sea una creencia errónea y sin argumentos, tus hijos estarán condenados a repetir los mismos patrones de chantaje, victimismo y egoísmo. Es lo que estoy estudiando ahora, los niños que son criados en ambientes tóxicos, comienzan a reproducir el modelo que tú has acabado reproduciendo de tu Padre/Madre, si no tomamos conciencia de nuestra propia toxicidad y tratamos de sanarla, acabaremos manchando a nuestros propios hijos con esa falsa forma de entender las relaciones amor entre los miembros del núcleo.
Podrás tener depresión, podrás tener ataques de pánico, ansiedad, trastornos compulsivos, pero ninguna de esas causas serán reconocidas como una acumulación de tóxicos emocionales en tu organismo causados por tu propia familia.

Familia Toxica 2 : Como vivir con personas Negativas.

Una vez asumes y eres consciente de que tu entorno familiar no es sano, que tus energías te abandonan en todos y cada uno de los conflictos inútiles que tienes con ellos y sabes que no tienes escapatoria a corto plazo. ¿Qué se puede hacer?. Una vez que eres consciente de que las personas que te rodean son de corte negativo, que constantemente tienes ante ti un festival de dramas, victimismos y culpabilidades, que te perjudica anímicamente y mina tu moral. Esas personas que no paran de regodearse en lo que pudo ser (el famoso “y si…”), un temor perenne a lo que puede llegar, una vida anclada en el pasado o temerosa del futuro o incluso ambas. Asimilan y absorben el dolor ajeno y lo asumen como propio, retroalimentándose una y otra vez en ese bucle sin fin de negatividad.
Tú como ser humano positivo, te dejas llevar por la lógica empática y tratas de sacar a ese ser querido de ese bucle infinito de dramas, intentas con todas tus ganas rescatarlo de las garras de la negatividad, te sacrificas por aportar algo de luz a esa oscuridad y finalmente eres absorbido por ese tifón. Cuando pasa la tormenta tú terminas exhausto y sin embargo, el ser negativo que convive contigo sale exultante y victorioso, se embarro de la negatividad que tanto le gusta y saco de ti toda tu energía.
Las personas negativas son muy activas y no descansaran hasta lograr su propósito.
Es importante asumir que esas personas no quieren cambiar, si no son conscientes de su negatividad, el problema no es de ellos, y reflejaran en nosotros toda su frustración al tomarse como una afrenta todos nuestros esfuerzos por cambiar su polaridad. Si intuyes próximo un nuevo aluvión negativo, otra nueva oleada de drama, dolor y victimismo insano e inútil, un ejercicio de auto regodeo que no te aporta, pero que no puedes eludir de ningún modo, prepárate. Ante todo cambia tu actitud, evita la confrontación, evita el esfuerzo inútil de intentar por todos los medios el cambio en el otro. Apaga tu sentimiento empático, ya que esa persona no busca nuestra empatía, solo quiere celebrar su dolor y disfrutar de él, pero no solo. Mantén una actitud neutra y deja que la tormenta descargue, no intentes resistir y deja fluir toda esa negatividad sí que te toque o te afecte. No intervengas, un gesto de réplica puede ser identificado, como un gesto de aprobación y por defecto doblara su dosis. Una vez logres que esa persona no se lleve de ti lo que busca y se dé cuenta de ello, terminara por obviarte y buscar otra presa.
No debemos caer en ningún tipo de chantaje emocional, ya que buscaran con ello que caigas y vuelvas al redil. No debemos ser presas fáciles y caer en las mismas trampas de siempre, esas que apelan a nuestros sentimientos, para lograr de nosotros satisfacer su egoísmo. No te inmoles pensando que lograras salvar a ese ser querido, nadie quiere ser salvado, porque nadie reconocerá que necesita tu ayuda, si esa persona no es consciente de su aptitud no habrá quien la saque de ahí, solo puedes procurar que eso no te afecte.
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Mantenernos neutros, calmados y equilibrados es la clave para lidiar con la negatividad.
Si por el contrario notamos algún atisbo de conciencia, de que ese ser próximo con el que convivimos, empieza a ser consciente de su negatividad, es el momento de iniciar nuestro plan de rescate. No es cuestión de aleccionar, ni de mostrar lo malos que han sido con nosotros, no podemos atacar con sus armas. Por el contrario debemos mostrar lo benéfico que puede ser para ellos un nuevo campo de visión ante la vida, mostrarles con nuestro propio ejemplo que al contrario que las leyes de la física, lo negativo solo atrae a lo negativo y que un cambio de aptitud volcara irremediablemente su balanza. Mostrarles que el pasado no se puede cambiar, y que el futuro es algo que escapa a nuestro control, que trabajando convenientemente nuestro presente podemos mejorar el futuro, que lo que importa es lo que vives ahora.

Hacerles entender que la enfermedad crece en estados negativos, que con una aptitud sana y positiva, no hay enfermedad que sobreviva. Alimentar culpas pasadas tampoco ayuda, el pasado debe ser recordado solo para no repetirlo, aprender del error para no volver a cometerlo es la única lectura que podemos hacer del pasado. Para curar los estados depresivos solo debemos aterrizar en el hoy, levantarse y empezar a andar en el presente, cura cualquier tropiezo del pasado. Salir de los estados de ansiedad también es parecido, vivir en la anticipación no evitara que lo que tenga que suceder ocurra, debemos tomar la existencia como una lección que tenemos que vivir si o si, por que es necesaria para nosotros, porque gracias a esa experiencia podremos aprender y sacar una lectura positiva y responder nuestras propias dudas.
Todos tenemos alguien negativo alrededor nuestro, lo mejor para nosotros es evitar, en lo posible a este tipo de personas, si es un amigo plantéate seriamente que es lo que te une a él o a ella y que te aporta esa amistad, no quiere decir que cortes de forma radical, pero si que quizás espacies esos encuentros. Si es en un entorno laboral, evita los periodos de exposición largos, es difícil sobre todo si se trata de un jefe o un compañero muy próximo. Sea como sea mantenernos firmes y tratar que estropeen nuestro estado anímico será una tarea titánica que completar diariamente.
Debemos tener presentes que las personas negativas son muy activas, tienen personalidades con múltiples carencias y trataran contrarrestar su baja autoestima minando la tuya. Son personas que solo ven y potencian sus defectos, enmascaran deliberadamente sus virtudes para continuar alimentando su papel de víctima. Son envidiosas por naturaleza, buscaran aquello que te enriquece y te hace feliz y lo destruirán, pondrán todos sus recursos en juego para salir victoriosos, si por un instante logran hacer que tu estima se desplome les estarás otorgando una victoria y a su vez, les darás una razón para insistir. Es difícil no caer y dejarnos llevar por nuestros bajos instintos, tropezar con nuestro ego y volver a caer en su juego, no lo permitas, potencia y eleva tu estima y mantén tu positividad, eleva tu sentido del humor es el mejor escudo para repeler cualquier envite.

Familia Toxica 3 : Como sobrevivir al Rechazo.

La familia puede ser un gran apoyo, puede ser el pilar sobre el que construir una personalidad sana y segura, la familia puede elevar tu autoestima hasta niveles insospechados y puede alumbrar lo mejor que hay en ti, pero eso no pasa siempre, de hecho, son las familias, los seres más queridos y más cercanos, los que provocan los mayores fracasos, son el foco de los mayores conflictos y son la maquinaria perfecta para la creación de traumas. La familia que no “eliges”, la que está ahí cuando naces y que con suerte se multiplica llenando tu existencia de acompañantes que como tú, inician sus días a tu lado con el único propósito de competir y zancadillearte una y otra vez. Son los hermanos los que iniciaran una lucha sin tregua por la atención y el amor paternal, tratando de unificar el foco de atención sobre sí mismo, restando en tamaño tu parcela de cariño y provocando el rechazo.
En la familia existen multitud de formas de rechazo y de cómo propiciar que este desemboque. Por regla general si destacas en el núcleo paterno filial, estarás provocando que tus hermanos se conviertan en enemigos, estos aprovecharan cualquier tropiezo para utilizarlo a su favor y desviar la atención paternal, y comenzar una campaña de desprestigio sistemático, que de cómo resultado tu exclusión y posterior rechazo. Una vez se dan las pautas necesarias para que la exclusión sea efectiva, tu familia tratara por todos los medios que cualquier gesto de proximidad, sea malinterpretado, rechazado y desviado del foco de atención progenitora. Toda esta campaña de rechazo ira inevitablemente acompañada de una sistemática y cansina cantinela de despropósitos dirigidos sibilinamente hacia tu persona, con el fin de tratar de fabricar un enemigo global de la familia, un integrante que de permitir su reentrada, provocaría el desmembramiento del resto de sus integrantes y por ende, la desintegración, provocando el miedo y la inseguridad paternal, instalando en la mente de los progenitores la ilusión de que es mejor estar tuerto que ciego y justificar así la ausencia de uno de los miembros.
El mayor desencadenante del rechazo es la envidia. Destacar sobre el resto o simplemente, no llegar a desarrollar una personalidad gregaria, y ser por contra independiente y seguro, desencadena la peor de las tormentas políticas en el seno de cualquier familia. La mayoría de las veces los progenitores actúan de llama, que hace que esa mecha prenda, marcando diferencias y mostrando constantes comparaciones entre los distintos hijos, provocaran que estos activen sus mecanismos de defensas más primarios y luchen de la forma más sangrienta y agresiva por la atención del progenitor. Esa aprobación que calma a la fiera, la mano en el lomo que tratan de conseguir a toda costa, mostrando una constante, infinita e insaciable necesidad de atención paternal. Esto es muy antiguo, desde Caín y Abel, los conflictos familiares se han ido refinando hasta lograr dramas difíciles de superar, vidas marcadas y traumadas, por un rechazo familiar, por un tratar de ser uno mismo, por tratar de formarte y forjarte en un ser completo e independiente, chocas con las aspiraciones parasitarias del resto de los miembros y termina por provocar la salida forzada del núcleo.
Una vez este rechazo y la exclusión es más que palpable, una vez han logrado que la atención sea desviada y seas etiquetado como la causa de todos los desvelos paterno filiares, el único camino que te queda es el que tú mismo te construyes. Ya demostraste ser independiente y capaz de volar por ti mismo, ya dejaste patente que tu necesidad de dosis paternal era baja, pues es ahora cuando tienes que demostrarlo. Por suerte no te hacen falta y demuestras desenvolverte perfectamente en el mundo sin la necesidad del visto bueno de ninguna figura paternal, que te de la palmadita en la espalda y te diga lo bueno que eres.
Estas solo, física y literalmente solo, ahora es cuando debes demostrar lo que vales, aunque esto no te supondrá ningún esfuerzo, porque en tu interior ya lo sabes. Te enfrentas al mundo y este te hace reverencias, es fácil que la vida te sonría, pero que jamás logres contestarte muchos de los porqués que rondan tu cabeza, es fácil que esas preguntas nunca sean contestadas, porque básicamente el ego de las personas impide que reconozcan sus errores, desde luego esto es lo normal. Rectificar y pedir perdón es un esfuerzo titánico en aquellos que sus carencias le impiden ver sus dones y reconocerse autores de una conspiración doméstica.
Aunque trates de realizar periódicos acercamientos, lo único que obtendrás, será la visión de su indiferencia y sus anchas espaldas al marcharse, todo esto no se aclarara hasta que deba aclararse, aquí es solo cuestión se sentarse a esperar que los acontecimientos se suceden y los ojos se abran. Este tipo de rechazos solo los cura el tiempo, pueden que pasen décadas, pero tarde o temprano se terminaran desencadenando unos acontecimientos que pongan todas las cosas en su sitio.
Cuando el rechazo procede directamente de los progenitores, sin que exista influencia externa, es debido a que estos suelen tender a fabricar un reflejo de si mismos en sus hijos y tratan de moldearlos a su imagen, rectificando esos errores que propiciaron que no lograran realizarse a si mismos, pero los hijos suelen tener sus propios planes y su propia personalidad, lo que provoca el conflicto y el posterior rechazo. También se suele dar el caso de que es el hijo el que se convierte en maestro de sus propios padres, este con su personalidad y su forma de desenvolverse en el entorno, provoca que los progenitores se queden sin argumentos y queden anulados por su propia progenie lo que es un ataque a su autoestima y ala figura de poder que representan y provoca el consiguiente rechazo como consecuencia directa.
Sobrevivir al rechazo depende en gran medida de dosificar tu necesidad de aprobación paternal, superar la soledad y crearte el entorno en el que construir tu propio oasis familiar, en el que crear un buen clima y evitar repetir los errores que propiciaron el aborto tardío de tu entorno familiar original. Es difícil asumir el rechazo, desde pequeños se instala en nuestro subconsciente que tus padres son tus guías, tus maestros, tu coraza y quedarte desnudo y desprotegido, es un licor verdaderamente amargo, muy difícil de tragar, pero evidentemente no imposible. Todos en mayor o menor medida han sufrido algún tipo de rechazo familiar, la familia no es perfecta no es para nada una garantía de éxito y está en nosotros el deber de enfocar debidamente cada situación y saber reconocer el conflicto y tratar de solucionar en la medida de lo conscientes que seamos del mismo.
Con las familias toxicas no existen soluciones estándar, cada familia es un universo en continua eclosión y el parto de las posibles soluciones, para por concienciarnos del papel que jugamos en cada una de las situaciones que se desencadenan alrededor nuestro. Parar y recapacitar en el mejor aliado que tendremos, no dejarnos llevar por la corriente, evitar participar en el drama en la medida de lo posible y tratar de rectificar aquello que podamos ser partícipes y coautores. Quizás no eres el rechazado, pero inconscientemente estas participando en un proceso inquisitorio, repasa y revisa tus acciones y trata de curar esas situaciones en las que fuiste el actor principal. Tampoco es recomendable tomar el papel de víctimas, este rol es la peor solución a cualquier problema que surja en una familia, ser responsables, maduros y conscientes, asumir aquello que provoco tu desacertada acción y rectificarla es el mayor síntoma de consciencia y madurez que conseguirás desarrollar en tu vida.
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