Meditacion Del Aguila...

karina bolivar flores 

Toma una respiración profunda, inhalando la blanca Luz dorada que tú eres,

que te rodea, que te energetiza, que ES tú.

Conforme exhalas, libera todas las preocupaciones o tensiones en tu cuerpo.

Inhala profundamente la Luz del espíritu. Siéntela llegar a los pulmones,

siente cómo los expande.

Conforme exhalas, ve el Amor que estás exhalando a todos tus Hermanos y

Hermanas reunidos aquí.

Siente la fuerza de vida conforme entra a tu ser con cada respiración que

tomas. Sé consciente de la energía del lugar en donde estás en este

momento.

Visualízate a ti mismo rodeado por todo lo que es Bueno y Sagrado y siente la

energía llenar tu Centro del Corazón e irradiar hacia fuera en todas las

direcciones.

Invoca la integración de tu Personalidad Terrestre con tu Divinidad, tu

alma.

Invocamos ahora la asistencia de los Serafines, Elohines, Arcángeles,

Ángeles, Maestros Ascendidos, nuestro Bendito Sananda y Lord Ashtar.

Al sentarnos en este círculo de amor, trataremos de sostener la intención de

estar juntos en espíritu a través de esta meditación. Será como si

nosotros, como grupo, estamos volando hacia los cielos.

Al empezar esta meditación, imagínate a ti mismo saliendo por la puerta

frontal de tu casa y saliendo a la calle.

La banqueta, el sendero, empieza a cambiar y estamos ahora en una parea

boscosa, grande, con árboles muy altos y grandes, y riscos montañosos

Estamos juntos. Al lado tuyo están todos los que están en esta habitación.

Todos ustedes están juntos.

Delante de nosotros hay un gran árbol a la orilla del risco. En el punto

donde el risco y al árbol casi se encuentran, tú ves un gran nido.

La manera más fácil de llegar a este nido es subiendo al árbol para llegar

al nido, y eso es lo que hacemos, uno por uno.

Vemos dentro del nido, vemos que hay exactamente la misma cantidad de huevos

que de gente en esta habitación. Y al mirar más de cerca, vemos que los

huevos están eclosionando.

Escuchamos al dulce gorjeo de las águilas bebés, y las águilas madre y padre

vuelan de una manera no amenazadora, pero interesados en lo que estamos

haciendo.

Las águilas bebés se llenan de plumas y se vuelven activos conforme las

cáscaras liberan sus cuerpos, y en este punto, cada uno de ustedes elige una

águila bebé y se imaginan que son ese bebé.

Combina tu conciencia con esa pequeña ave y imagínate a ti misma, día a día,

creciendo más y más fuerte y más y más grande, ya que tu madre y tu padre

águila te cuidan muy habilidosamente.

Conforme creces y te hacer más grande, el nido parece volverse más pequeño,

y un día, uno de ustedes es sacado del nido. Maravilloso! Puedes volar.

Uno por uno, todos toman sus alas y vuelan al árbol cercano. Ahora cada día

es muy excitante porque estás probando tus alas y practicas cada día. Cada

día es más excitante que el día anterior.

El momento llega cuando debes dejar el nido. Debes decir adiós a tus

águilas hermanos y hermanas para ser independiente, solo en una nueva

aventura, pero lleno de amor, el amor de tu familia, el amor de tu madre, el

amor de tu padre.

Elevas el vuelo solo, sabiendo que no regresarás a tu familia, sin embargo,

dándote cuenta que un día, un día, de alguna manera, habrá una reunión.

Fuerte, con alas negras batiendo el aire, tú vuelas. Arriba, arriba, qué

belleza! Para ser un pájaro tan grande, eres muy gracioso en el aire.

Te elevas, mucho más allá de las copas de los árboles, lejos de los

acantilados, y ves un arco iris. Es tan colorido! Puedes ver el rojo, el

naranja, el amarillo, el verde, el azul, el índigo y el violeta.

Conforme te elevas hacia el arco iris, éste se vuelve más y más grande en tu

visión, hasta que lo único que puedes ver es color, y todo lo que puedes

sentir es amor.

Solo, en esta aventura, pasas a través de los colores del arco iris en tus

oscuras y brillantes plumas de águila, y emerges del otro lado del arcoiris

totalmente bañado en blanco.

Has sido transformado. Ahora has activado tu Cuerpo de Luz. Eres

totalmente blanco y eres transformado.

Vuela. Vuela con el viento. Libre, fácil. Qué bello, bello cuerpo tienes

ahora!

Goza tu vuelo y sabe que en un parpadeo puedes regresar a esta maravillosa

sensación de luz y amor siempre que hagas la meditación del águila.

Ahora, con una bella experiencia recordada y con la transformación ya

ocurriendo mentalmente, regresaremos a la conciencia de los otros miembros

de este círculo de luz. Gentil y amorosamente, y a tu propio tiempo,

regresa a la conciencia de esta habitación.

Cuando todavía estas en el estado meditativo, somnoliento, junten las manos

etéricamente y formen un círculo de amor que terminará, igual que hizo en el

nido de águila, en un abrazo grupal de mucho amor, juntos como una familia.

El amor fluye. El amor abunda. Su luz alcanza los mundos celestiales. Su

amor activa su Cuerpo de Luz.

Estén en paz.

fuente(sabiduria de la luz)