11 Reglas de oro para dialogar con personas complicadas
Siempre se puede llegar a un acuerdo. Incluso cuando crees que los puntos de vista de las personas son completamente distintos, sus intereses son incompatibles y sólo puedes soñar con buscar un compromiso.
Genial.guru publica un artículo de la terapeuta familiar Svetlana Roiz acerca de las 11 reglas que facilitarán la comprensión mutua en las relaciones al interior de la familia y en el ámbito laboral.
- Antes de cualquier tipo de contacto debes mentalizarte, tal como se afinan los instrumentos musicales antes de un concierto. Ubícate en una posición estable: siéntate o ponte de pie de tal manera que sientas soporte y equilibrio. Compórtate como un adulto: habla únicamente de aquello que te importa, que ocupa tu mente y de lo que estás seguro. No olvides para qué entras en el diálogo con esa persona. Hay una probabilidad de que te provoque o intente involucrarte en una polémica, así que busca un punto fijo en frente de tus ojos, o un detalle en la ropa (o piensa en un toque especial) que te ayudarán a mantener un equilibrio mental y sentirte seguro.
- Antes de empezar una conversación complicada con una persona cercana a ti, repite estas palabras: “Empiezo este diálogo para mantener el contacto, para estar contigo y no para discutir“. Recuerda que el diálogo no es una batalla verbal, sino una herramienta para sintonizar diferentes puntos de vista. Cuando hables con un niño, mantén tu mirada al nivel de sus ojos. Y después de una conversación difícil dile: ”Estoy contigo“.
- La gente tiene derecho a no creernos, a no amarnos, a no comprender o no estar de acuerdo con nosotros. Tenemos que soportarlo. Las verdades son subjetivas.Busca en el diálogo una verdad absoluta, algo que unifique los dos puntos de vista, algo que esté detrás de las palabras. Esto únicamente se puede lograr guardando la calma.
- Cada quien tiene derecho a la imperfección, los errores y las confusiones, lo cual en ningún caso debe anular el respeto básico hacia tu interlocutor. Recuerda que tú también puedes estar equivocado, déjate guiar. Si te respetas a ti mismo, tus rivales y oponentes también te van a respetar.
- Cada uno tiene su propio lenguaje y su velocidad de reacción. Percibimos todo lo que escuchamos de acuerdo a nuestras experiencias subjetivas, por lo cual siempre “traducimos” las frases de los demás a nuestro propio lenguaje. No tengas miedo de volver a preguntar. Date tiempo a ti mismo y a tu interlocutor para ”asimilar“ y digerir la información. Enfócate en ti, expresa tus pensamientos y sentimientos en lugar de suponer qué es lo que piensa tu oponente.
- Proyectamos en nuestros interlocutores nuestros pensamientos, sentimientos, deseos reprimidos; y ellos también proyectan sus ideas en nosotros. Aprende a distinguir estas proyecciones y no permitas que afecte tu autoestima.
- Entendemos de inmediato a aquellos que están ”en la misma frecuencia“ que nosotros. Utiliza un lenguaje comprensible pero no bajes tu “frecuencia”. Siempre procura estar a la altura de tus interlocutores con una “frecuencia“ más alta pero no te rebajes al nivel de aquellos que te quieren provocar.
- Con las personas agresivas debes saber retirarte a tiempo de la discusión y no tomar sus palabras como algo personal. Esas personas prefieren hablar con frases generales, usando el pronombre ”nosotros” (evitan personificar su discurso), y saben buscar los puntos más vulnerables. Al entrar en contacto con las personas pasivo-agresivas, que prefieren hablar a tu espalda y lanzarte palabras amenazantes cuando te quieres retirar, procura no dejarte llevar por el sentimiento de culpa y enorme responsabilidad que ese tipo de personas provocan. Después de ese tipo de contacto necesitas descansar y recargar las baterías.
- No te rebajes a cuestionar sus cualidades personales, habla únicamente sobre datos y eventos. El intento de evaluar el comportamiento de alguien surge de la impotencia como un último argumento. Si el diálogo se convierte en una disputa, y sientes que ya no estás en la misma “onda” con tu interlocutor alterado, ulitiza tu sentido del humor e inteligencia. Recuerda alguna frase célebre. Por ejemplo, como decía Albert Einstein, ”Sólo existen dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de lo primero“.
- Tal vez lo más importante al hablar con una persona, es acudir a su madurez y sentido común. Esto ayudará a evitar evaluaciones, provocaciones y reacciones innecesarias. Dile mentalmente a tu interlocutor ”Te veo“, “Me importan tus pensamientos y tu presencia incluso si no estoy de acuerdo contigo”.
- Es importante saber concluir un diálogo: ”gracias“, ”nos vemos", cualquier tipo de palabras que suenen sinceras en ese momento son adecuadas. Analiza tus conversaciones pasadas, rescata algunas lecciones de ellas. Una persona segura de sí misma habla abiertamente de sus sentimientos, expectativas, agradece la conversación y sabe aceptar y dar cumplidos.
Autor: Svetlana Roiz
Portada: Summit Entertainment
Traducción y adaptación: Genial.guru
Portada: Summit Entertainment
Traducción y adaptación: Genial.guru
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