ESTE BLOG ES DIFERENTE Y SERÁ ÚTIL PARA AQUELLAS PERSONAS QUE ANHELAN LIBERARSE DE CARGAS DEL PASADO Y ELEVAR SU VIBRACIÓN. SUBIRÉ TÉCNICAS PARA SENTIRNOS MEJOR EMOCIONAL Y SICOLÓGICAMENTE. MOSTRARÉ UNA PARTE DE TODO AQUELLO QUE ME AYUDÓ A IR SANANDO DEMASIADO DOLOR. UNIDO A LO QUE ATAÑE AL ESPÍRITU, COMO CANALIZACIONES Y DEMÁS... SOMOS SERES ESPIRITUALES VIVIENDO UNA EXPERIENCIA ACÁ EN LA TIERRA. MIS BENDICIONES ESTÁN CON CADA UNO DE USTEDES.
EL ARTE DE VIVIR!!!
En la vida todo es arte, o al menos así lo he sentido siempre. Cada cosa, cada detalle, precisa la mirada de un artista. El simple hecho de movernos requiere de gracia, de una gracia especial. No es igual si caminamos como autómatas, que si nos deslizamos como gacelas. El sencillo acto de sorber un vaso de agua por ejemplo, será muy diferente si lo hacemos sintiendo cómo corre por dentro nuestro, y percibimos la diferencia entre antes de tomarla y después, o contemplamos el cristal de la copa haciéndolo jugar con las luces que nos rodean, todo, absolutamente todo, es arte. En fin, podría seguir Ad Infinitum, pero esta vez sólo quise compartir la idea que tengo. Claro que si profundizamos, vivir es todo un arte!. Aprendí a sanarme y a sanar, eso también es Arte. Existen mil y una vicisitudes y maravillas en la existencia, a través de las cuales debemos aprender a movernos con arte precisamente, tantas, que me asombró encontrar disponible el título.
SEAN TODOS USTEDES MUY BIENVENIDOS!!!
PARA ESTRENAR Y FESTEJAR ESTE AÑO, ESTÁ EN AMAZON, UNO DE MIS ÚLTIMOS LIBROS: "CHISPAS DE LUZ" CONSIDERO QUE RESULTA IDEAL PARA QUIENES VISITAN ESTE BLOG. ¡QUE LO DISFRUTEN Y SAQUEN TODO EL PROVECHO DE ÉL! GRACIAS! QUIEN DESEE COMUNICARSE CONMIGO: luzdecristalazul@gmail.com
ADVERTENCIA
Todos los mensajes aquí expuestos son para el crecimiento espiritual. El discernimiento personal es un requerimiento para leerlos. Si no resuenan con su corazón, deséchelos.
domingo, 31 de julio de 2011
ANTIGUO RELATO ZEN SOBRE EL AMOR
ANTIGUO RELATO ZEN SOBRE EL AMOR
El aprendiz de la vida tenía una duda en el corazón.
No se trataba de una pregunta filosófica, nacida de su intelecto, sino de un cuestionamiento que le surgía desde su propio dolor. (Ésas son las preguntas que verdaderamente valen la pena...)
Fue entonces hasta el recinto donde estaba su instructor, y, con el corazón abierto, le preguntó: Maestro... ¿qué es el Amor?
Su respuesta fue muy breve: La ausencia de miedo.
Luego meditar en silencio, el aprendiz volvió a preguntar: ¿Y qué es aquello a lo que le tenemos miedo?
Y el maestro contestó: A lo que tenemos miedo es al Amor.
El aprendiz de la vida tenía una duda en el corazón.
No se trataba de una pregunta filosófica, nacida de su intelecto, sino de un cuestionamiento que le surgía desde su propio dolor. (Ésas son las preguntas que verdaderamente valen la pena...)
Fue entonces hasta el recinto donde estaba su instructor, y, con el corazón abierto, le preguntó: Maestro... ¿qué es el Amor?
Su respuesta fue muy breve: La ausencia de miedo.
Luego meditar en silencio, el aprendiz volvió a preguntar: ¿Y qué es aquello a lo que le tenemos miedo?
Y el maestro contestó: A lo que tenemos miedo es al Amor.
Gracias, querido Juan
sábado, 30 de julio de 2011
Las Emociones Son Señales Electromagnéticas
Que Afectan Al Mundo.
Una reciente investigación está demostrando cómo los procesos emocionales son tangibles y que afectan a todo nuestro alrededor además de influenciar sobre ellos (ley de atracción). Una ves más el conocimiento científico dan validez a las antiguas enseñanzas y sabidurías milenarias.
Link de descarga:
CUENTO SUFI
(Los sufis constituyeron una corriente mística -que nosotros conocemos más como la filosofía de los derviches-, que utilizaba la parábola y el cuento para transmitir sabiduría, como casi todos los pueblos místicos de la historia.
El protagonista de las historias sufis es siempre el mismo, se llama Nasrudím y es un personaje muy particular. A veces es un viejo decrépito, a veces es un joven; otras, un sabio y otras un torpe o un tonto. También aparece como un hombre adinerado, o como un mendigo. Pero siempre se llama Nasrudím. Que esos personajes tan distintos tengan el mismo nombre, quizá sirva para mostrar que nosotros somos, también, cada uno de esos personajes. O tal vez, que tenemos la capacidad de ser de diferentes maneras.
Específicamente en esta historia, Nasrudím es un hombre que, por alguna razón que él desconoce, ha cosechado fama de ser lo que entre los sufis se denomina "un iluminado", esto es, alguien que ha logrado un cierto conocimiento sobre cuestiones importantes y trascendentes para otros. El, sin embargo, sabe que en realidad no sabe nada; está convencido de que lo único que él ha hecho es viajar y escuchar, pero que con certeza no tiene grandes cosas para decir).
El cuento empieza cuando Nasrudím llega a un pequeño pueblo en algún lugar de Medio Oriente. Era la primera vez que estaba en ese pueblo y una multitud se había reunido en un auditorio para escucharlo. Nasrudím, que en verdad no sabía qué decir, se propuso improvisar algo. Entró muy seguro y se paró frente a la gente. Abrió las manos y dijo:
- Supongo que si ustedes están aquí, ya sabrán qué es lo que yo tengo para decirles.
La gente dijo: - No... ¿Qué es lo que tienes para decirnos? No lo sabemos. ¡Háblanos!
Nasrudím contestó: - Si ustedes vinieron hasta aquí sin saber qué es lo que yo vengo a decirles, entonces no están preparados para escucharlo.
Dicho esto, se levantó y se fue.
La gente se quedó sorprendida. Habría sido un fracaso total si no fuera porque uno de los presentes, mientras Nasrudím se alejaba, dijo en voz alta: - ¡Qué inteligente!
Y como siempre sucede, cuando uno no entiende nada y otro dice "¡qué inteligente!", para no sentirse un idiota uno repite: "sí, claro, qué inteligente". Y entonces, todos empezaron a repetir: - ¡Qué inteligente!.
Hasta que uno añadió: - Sí, qué inteligente, pero... qué breve.
Y otro agregó: - Tiene la brevedad y la síntesis de los sabios. ¿Cómo nosotros vamos a venir acá sin siquiera saber qué venimos a escuchar? Qué estúpidos que hemos sido. Hemos perdido una oportunidad maravillosa. Qué iluminación, qué sabiduría. Vamos a pedirle a este hombre que dé una segunda conferencia.
Entonces fueron a ver a Nasrudím, aludiendo que su conocimiento era demasiado para reunirlo en una sola conferencia. Nasrudím dijo que no, que de ninguna manera, que su conocimiento apenas alcanzaba para una conferencia y que jamás podría dar dos. La gente dijo: - ¡Qué humilde! E insistió en que querían escucharlo una vez más, hasta que finalmente, después de mucho empeño, Nasrudím accedió.
Al día siguiente, el supuesto iluminado regresó al lugar de reunión, donde había más gente aún, se paró frente al público e insistió en su técnica:
- Supongo que ustedes ya sabrán qué he venido a decirles.
La gente, cuidando de no ofender al maestro con la infantil respuesta de la anterior conferencia, dijo:
- Sí, claro, por supuesto que lo sabemos. Por eso hemos venido.
Nasrudím bajó entonces la cabeza y añadió:
- Bueno, si todos ya saben qué es lo que vengo a decirles, yo no veo la necesidad de repetirlo.
Se levantó y se volvió a ir.
La gente volvió a quedar estupefacta. Hasta que alguien, otro alguien, gritó: - ¡Brillante!, tras lo cual el resto comenzó a decir:
- ¡Sí, claro, este es el complemento de la sabiduría de la conferencia de ayer! - ¡Qué maravilloso! - ¡Qué espectacular! Y enseguida se oyó: -
¡Queremos más, queremos escucharlo más. Queremos que este hombre nos dé más de su sabiduría!
De manera que una delegación de los notables fue a verlo para pedirle que diera una tercera y definitiva conferencia. A pesar de la negativa de Nasrudím, la gente le imploró, le suplicó, le pidió una y otra vez, hasta que aquella persistencia lo persuadió y, finalmente, aceptó.
Por tercera vez, se paró frente al público, que ya era multitudes, y les dijo:
- Supongo que ustedes ya sabrán qué he venido yo a decirles.
Esta vez, la gente se había puesto de acuerdo: sólo el intendente del pueblo contestaría. El hombre, desde la primera fila, dijo: - Algunos sí y otros no...
En ese momento, un largo silencio estremeció al auditorio. Todos siguieron a Nasrudím con la mirada. Entonces, el maestro respondió:
- En ese caso, los que saben... cuéntenle a los que no saben.
Y nuevamente se levantó y se fue.
¿Cuándo y cómo sabemos, que lo que sabemos es realmente algún saber?
¿Cuándo y cómo sabemos que lo que creemos, o sabemos que somos hoy, seremos mañana?
¿Cuánto es en realidad lo que sabemos, más allá del propio involucramiento que limita nuestra visión de las cosas?
El protagonista de las historias sufis es siempre el mismo, se llama Nasrudím y es un personaje muy particular. A veces es un viejo decrépito, a veces es un joven; otras, un sabio y otras un torpe o un tonto. También aparece como un hombre adinerado, o como un mendigo. Pero siempre se llama Nasrudím. Que esos personajes tan distintos tengan el mismo nombre, quizá sirva para mostrar que nosotros somos, también, cada uno de esos personajes. O tal vez, que tenemos la capacidad de ser de diferentes maneras.
Específicamente en esta historia, Nasrudím es un hombre que, por alguna razón que él desconoce, ha cosechado fama de ser lo que entre los sufis se denomina "un iluminado", esto es, alguien que ha logrado un cierto conocimiento sobre cuestiones importantes y trascendentes para otros. El, sin embargo, sabe que en realidad no sabe nada; está convencido de que lo único que él ha hecho es viajar y escuchar, pero que con certeza no tiene grandes cosas para decir).
El cuento empieza cuando Nasrudím llega a un pequeño pueblo en algún lugar de Medio Oriente. Era la primera vez que estaba en ese pueblo y una multitud se había reunido en un auditorio para escucharlo. Nasrudím, que en verdad no sabía qué decir, se propuso improvisar algo. Entró muy seguro y se paró frente a la gente. Abrió las manos y dijo:
- Supongo que si ustedes están aquí, ya sabrán qué es lo que yo tengo para decirles.
La gente dijo: - No... ¿Qué es lo que tienes para decirnos? No lo sabemos. ¡Háblanos!
Nasrudím contestó: - Si ustedes vinieron hasta aquí sin saber qué es lo que yo vengo a decirles, entonces no están preparados para escucharlo.
Dicho esto, se levantó y se fue.
La gente se quedó sorprendida. Habría sido un fracaso total si no fuera porque uno de los presentes, mientras Nasrudím se alejaba, dijo en voz alta: - ¡Qué inteligente!
Y como siempre sucede, cuando uno no entiende nada y otro dice "¡qué inteligente!", para no sentirse un idiota uno repite: "sí, claro, qué inteligente". Y entonces, todos empezaron a repetir: - ¡Qué inteligente!.
Hasta que uno añadió: - Sí, qué inteligente, pero... qué breve.
Y otro agregó: - Tiene la brevedad y la síntesis de los sabios. ¿Cómo nosotros vamos a venir acá sin siquiera saber qué venimos a escuchar? Qué estúpidos que hemos sido. Hemos perdido una oportunidad maravillosa. Qué iluminación, qué sabiduría. Vamos a pedirle a este hombre que dé una segunda conferencia.
Entonces fueron a ver a Nasrudím, aludiendo que su conocimiento era demasiado para reunirlo en una sola conferencia. Nasrudím dijo que no, que de ninguna manera, que su conocimiento apenas alcanzaba para una conferencia y que jamás podría dar dos. La gente dijo: - ¡Qué humilde! E insistió en que querían escucharlo una vez más, hasta que finalmente, después de mucho empeño, Nasrudím accedió.
Al día siguiente, el supuesto iluminado regresó al lugar de reunión, donde había más gente aún, se paró frente al público e insistió en su técnica:
- Supongo que ustedes ya sabrán qué he venido a decirles.
La gente, cuidando de no ofender al maestro con la infantil respuesta de la anterior conferencia, dijo:
- Sí, claro, por supuesto que lo sabemos. Por eso hemos venido.
Nasrudím bajó entonces la cabeza y añadió:
- Bueno, si todos ya saben qué es lo que vengo a decirles, yo no veo la necesidad de repetirlo.
Se levantó y se volvió a ir.
La gente volvió a quedar estupefacta. Hasta que alguien, otro alguien, gritó: - ¡Brillante!, tras lo cual el resto comenzó a decir:
- ¡Sí, claro, este es el complemento de la sabiduría de la conferencia de ayer! - ¡Qué maravilloso! - ¡Qué espectacular! Y enseguida se oyó: -
¡Queremos más, queremos escucharlo más. Queremos que este hombre nos dé más de su sabiduría!
De manera que una delegación de los notables fue a verlo para pedirle que diera una tercera y definitiva conferencia. A pesar de la negativa de Nasrudím, la gente le imploró, le suplicó, le pidió una y otra vez, hasta que aquella persistencia lo persuadió y, finalmente, aceptó.
Por tercera vez, se paró frente al público, que ya era multitudes, y les dijo:
- Supongo que ustedes ya sabrán qué he venido yo a decirles.
Esta vez, la gente se había puesto de acuerdo: sólo el intendente del pueblo contestaría. El hombre, desde la primera fila, dijo: - Algunos sí y otros no...
En ese momento, un largo silencio estremeció al auditorio. Todos siguieron a Nasrudím con la mirada. Entonces, el maestro respondió:
- En ese caso, los que saben... cuéntenle a los que no saben.
Y nuevamente se levantó y se fue.
¿Cuándo y cómo sabemos, que lo que sabemos es realmente algún saber?
¿Cuándo y cómo sabemos que lo que creemos, o sabemos que somos hoy, seremos mañana?
¿Cuánto es en realidad lo que sabemos, más allá del propio involucramiento que limita nuestra visión de las cosas?
Gracias, Juan!
jueves, 28 de julio de 2011
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lunes, 25 de julio de 2011
Un maestro hacía a sus alumnos la siguiente pregunta:- "¿Cómo se puede distinguir cuándo termina la noche y empieza el día? "El primer discípulo respondió:- "Cuando a lo lejos puedes distinguir un perro de una oveja."- "No". Dijo el maestro. Otro discípulo aventuró su respuesta:- "Cuando puedes distinguir una palmera de una higuera."- "No". Replicó el maestro.- "¿Cuándo entonces?" Preguntaron a coro los discípulos.-"Cuando puedes mirar el rostro de una persona y reconocer en ella a un hermano. Mientras eso no sucede es todavía de noche en tu corazón".
Tus Zonas Mágicas - Wayne W. Dyer
(audiolibro)
Tus Zonas Mágicas - Wayne W. Dyer (audiolibro)
Fabuloso audiolibro de Wayne W.Dyer. Te enseña a cómo usar el poder de la mente, y crear tus propios "milagros".
Desmitifica la palabra "milagro", y la hace asequible al lector. Como dice el autor del libro: "¿sólo existe la realidad tangible, la que reconocemos por nuestros sentidos? ¿no existirá también una realidad subyacente sin desarrollar en la mayoría de los seres?".
Desmitifica la palabra "milagro", y la hace asequible al lector. Como dice el autor del libro: "¿sólo existe la realidad tangible, la que reconocemos por nuestros sentidos? ¿no existirá también una realidad subyacente sin desarrollar en la mayoría de los seres?".
W.Dyer te hace dar cuenta de que la realidad la creamos nosotros mismos dia a dia, con nuestra forma de pensar y de hacer. Que muchas veces, las cosas nos salen al revés, porque no enfocamos correctamente lo que deseamos desde el fondo de nuestro interior o "corazón", según la persona que percibe el mensaje. Y que sí, que podemos hacernuestros "pequeños milagros" a nivel individual, claro.
Audio: Voz Humana
- Duracion: 1 h 34 min
Archivo comprimido en formato RAR: Z0n4s m4gic4s.rar (53.73 MB)
Enlace de descarga:
Para descomprimir usar los programas WINRAR o 7ZIP
Para descargar el programa winrar:
WinRAR 4.0b4 Edición Corporativa x32.exe, 5.91 MB
WinRAR 4.0b4 Edición Corporativa-x64.exe, 6.47 MB
Pueden descargar gratis el 7-zip de aqui:
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