EL ARTE DE VIVIR!!!

En la vida todo es arte, o al menos así lo he sentido siempre. Cada cosa, cada detalle, precisa la mirada de un artista. El simple hecho de movernos requiere de gracia, de una gracia especial. No es igual si caminamos como autómatas, que si nos deslizamos como gacelas. El sencillo acto de sorber un vaso de agua por ejemplo, será muy diferente si lo hacemos sintiendo cómo corre por dentro nuestro, y percibimos la diferencia entre antes de tomarla y después, o contemplamos el cristal de la copa haciéndolo jugar con las luces que nos rodean, todo, absolutamente todo, es arte. En fin, podría seguir Ad Infinitum, pero esta vez sólo quise compartir la idea que tengo. Claro que si profundizamos, vivir es todo un arte!. Aprendí a sanarme y a sanar, eso también es Arte. Existen mil y una vicisitudes y maravillas en la existencia, a través de las cuales debemos aprender a movernos con arte precisamente, tantas, que me asombró encontrar disponible el título.

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ADVERTENCIA

Todos los mensajes aquí expuestos son para el crecimiento espiritual. El discernimiento personal es un requerimiento para leerlos. Si no resuenan con su corazón, deséchelos.

sábado, 19 de noviembre de 2011



La decisión del año 553 aún pesa sobre la humanidad



En el concilio de Constantinopla del año 553 se condenó lo que el maestro de los comienzos de cristianismo, Orígenes, enseñó: que las almas de los hombres, existían como seres espirituales antes del nacimiento de su cuerpo y que los acontecimientos de la Caída les llevó a la corporeidad. También se condenó la creencia de que algún día todas las almas y hombres regresarían a Dios. En su lugar el concilio estableció la enseñanza de la condenación eterna.

Hubo por tanto quienes en aquel concilio condenaron la enseñanza de Jesús de Nazaret: el mensaje de un Dios Padre amoroso que no condena a nadie, mucho menos eternamente, sino que conduce de regreso a todas las almas y hombres, con la ayuda de la fuerza redentora del Cristo, que actúa con el seguimiento de Su enseñanza. Se condenó el conocimiento de la preexistencia del alma, una de las bases de la enseñanza de la reencarnación que también enseñó Jesús de Nazaret, y que es la enseñanza que está estrechamente vinculada a la ley de siembra y cosecha. La enseñanza de la reencarnación nos hace comprender a los seres humanos porqué las personas en occidente se han vuelto como son. Hombres que no podían comprender o que no querían comprender el mensaje de Dios, porque sus intereses no estaban orientados a cumplir la voluntad de Dios, han deformado y cambiado las enseñanzas provenientes del Reino de Dios. Las grandes sabidurías de los transmisores del mensaje de los Cielos fueron constreñidas por ególatras en el estrecho tubo del misterio.

El mensaje de Dios fue representado de forma cada vez más humana en el transcurso de los siglos y finalmente adaptado a los deseos y ambiciones de los guías religiosos, quienes han recortado y dispuesto la imagen de Dios y Sus leyes, también la reencarnación, “lo que siembres lo cosecharás mañana o en una posterior encarnación”, tal como lo querían los susodichos guías religiosos. Dado que la enseñanza aguada de las Iglesias oficiales cada vez se volvió más discorde, mas contradictoria en sí misma, los “dignatarios” eclesiásticos la cubrieron con el manto de los “misterios de Dios”.

Si en el concilio de Constantinopla algunos de los espiritualmente inconscientes se hubieran decidido de otra manera, el “misterio” se habría aireado y los hombres sabrían en Occidente acerca de la existencia del alma antes de su encarnación y con ello acerca de las bases de la reencarnación. Esa trágica decisión quitó a muchas personas el conocimiento sobre el sentido y la finalidad de su vida en la Tierra. Ya no conocían las interrelaciones de su destino: no sabían que las condiciones del viaje del alma en el Más Allá depende del comportamiento del hombre en la Tierra según lo que éste haya pensado, hablado y hecho; ya no sabían que el volver a nacer debe ser utilizado para reparar lo que se ha causado en encarnaciones anteriores.

El ser humano en el año 553, se arrogó determinar lo que es verdad y correcto, y así lo sigue haciendo hoy. Si un feligrés pregunta por el “de donde” y “á donde”, el deformador de la verdad, el sacerdote, lo cubre todo con el misterio de Dios argumentando que “Dios no permite ver en Sus misterios”. Apenas pueden distinguirse ya las dimensiones de las consecuencias nefastas de aquella decisión errónea. La consecuencia fatal de esa ignorancia es que muchos creen que su forma egoísta de pensar y vivir, el menospreciar y dominar a sus semejantes, el torturar, explotar y asesinar a seres humanos y a otras criaturas, la lucha desconsiderada contra la vida de otros, el querer ser y poseer en sus diversas variantes, les traerá impunemente sólo ventajas y provecho.

Dios nunca castiga. El hombre se castiga a sí mismo, pues los efectos que tiene que experimentar en sí mismo, en esta vida terrenal o en los ámbitos de las almas o en las futuras encarnaciones, los ha creado el mismo: quien hace una y otra vez lo mismo o algo parecido en contra de la ley de la libertad, contra el amor eterno, quien por tanto actúa contra la ley de Dios con los mismos pensamientos y palabras, se acerca a un punto en el que empieza para él la catástrofe: sufrimiento, enfermedad o necesidades.
Vida Universal
Maximiliano Corradi

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo y perfectamente explicado.Gracias por estos aportes

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  2. Sucede siempre, llega justo aquello que pensaba. Para mí es una alegría subir los textos que se corresponden con mi forma de pensar y creer. Aunque a veces y en razón de los diversos puntos de vista, coloque alguna que otra cosa que no se adecua tanto a mi manera de ver.

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