EL ARTE DE VIVIR!!!

En la vida todo es arte, o al menos así lo he sentido siempre. Cada cosa, cada detalle, precisa la mirada de un artista. El simple hecho de movernos requiere de gracia, de una gracia especial. No es igual si caminamos como autómatas, que si nos deslizamos como gacelas. El sencillo acto de sorber un vaso de agua por ejemplo, será muy diferente si lo hacemos sintiendo cómo corre por dentro nuestro, y percibimos la diferencia entre antes de tomarla y después, o contemplamos el cristal de la copa haciéndolo jugar con las luces que nos rodean, todo, absolutamente todo, es arte. En fin, podría seguir Ad Infinitum, pero esta vez sólo quise compartir la idea que tengo. Claro que si profundizamos, vivir es todo un arte!. Aprendí a sanarme y a sanar, eso también es Arte. Existen mil y una vicisitudes y maravillas en la existencia, a través de las cuales debemos aprender a movernos con arte precisamente, tantas, que me asombró encontrar disponible el título.

SEAN TODOS USTEDES MUY BIENVENIDOS!!!

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ADVERTENCIA

Todos los mensajes aquí expuestos son para el crecimiento espiritual. El discernimiento personal es un requerimiento para leerlos. Si no resuenan con su corazón, deséchelos.

lunes, 29 de abril de 2013



hospice buen samaritano


hospice buen samaritano


Hospice Buen Samaritano
Quiénes Somos:

Testimonios
Testimonio de Lucila Rizzo (Voluntaria) – Enero 2013
testimonioLlegué al Hospice Buen Samaritano con la intención de ayudar y servir; hacía rato que  quería hacer un voluntariado pero no sabía dónde. Hablando con la hermana Belén, de la Sociedad de María, me recomendó ir al Hospice, así que lo hice.
Lo primero que me llamó la atención fueron la paz y la calidez que sentí al entrar. El jardín estaba muy bien cuidado y la casa se parecía a la mía, en el sentido de que me parecía muy cómodo estar ahí.
No sabía en qué podía ayudar, ni cómo podía hacerlo, ésa era mi mayor inquietud. Como estudiante de medicina, iba más que nada a aprender a cómo tratar con el que sufre, porque poco podía aportar en cuanto a lo médico.
Con el paso del tiempo, me fui dando cuenta de que todos tenemos algo que aportar, no importa cuánto conocimiento tengamos del tema, podemos poner nuestras manos, nuestra sonrisa, nuestro conocimiento en cuanto al mantenimiento de la casa  y, lo más importante, todos podemos poner nuestros oídos.
En mi caso, no sabía que podía decirles a los huéspedes, ni cómo tenía que tratarlos, y con el paso del tiempo ellos me fueron enseñando a mí que lo que más quieren es tener a alguien que esté a su lado, alguien que los escuche, alguien que les dé una mano cuando la necesiten, alguien que los valore por quienes son y tal cual son en las condiciones en las que están.
Aprendí que, en cada uno de los huéspedes, es Jesús el que está pidiendo ayuda y que ese mismo Dios es el que va obrando en cada uno de los voluntarios, enfermeros y médicos para que reciban ese cuidado, tanto en lo físico como en lo espiritual. Cada uno de ellos se pone en el papel del buen samaritano.
Cuando uno sirve al otro, sin quererlo termina recibiendo más de lo que da, y eso me pasó a mí.
¡Muchas gracias a toda la familia Hospice!

www.buensamaritano.org.ar

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