EL ARTE DE VIVIR!!!

En la vida todo es arte, o al menos así lo he sentido siempre. Cada cosa, cada detalle, precisa la mirada de un artista. El simple hecho de movernos requiere de gracia, de una gracia especial. No es igual si caminamos como autómatas, que si nos deslizamos como gacelas. El sencillo acto de sorber un vaso de agua por ejemplo, será muy diferente si lo hacemos sintiendo cómo corre por dentro nuestro, y percibimos la diferencia entre antes de tomarla y después, o contemplamos el cristal de la copa haciéndolo jugar con las luces que nos rodean, todo, absolutamente todo, es arte. En fin, podría seguir Ad Infinitum, pero esta vez sólo quise compartir la idea que tengo. Claro que si profundizamos, vivir es todo un arte!. Aprendí a sanarme y a sanar, eso también es Arte. Existen mil y una vicisitudes y maravillas en la existencia, a través de las cuales debemos aprender a movernos con arte precisamente, tantas, que me asombró encontrar disponible el título.

SEAN TODOS USTEDES MUY BIENVENIDOS!!!

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ADVERTENCIA

Todos los mensajes aquí expuestos son para el crecimiento espiritual. El discernimiento personal es un requerimiento para leerlos. Si no resuenan con su corazón, deséchelos.

martes, 23 de abril de 2013

PAPA FRANCISCO


Contado por Giuseppe Amigoni, el mismo guardia suizo del incidente.
(Tomado de La Stampa)
 

Recientemente cuando el Papa salía de su departamento en Santa Marta, se encontró con un Guardia Suizo fuera de su Puerta. El Papa, le pregunto qué hacia ahí, y que si había estado despierto toda la noche.

- “Si” contesto respetuosamente el guardia.
- “¿De pie? pregunto el Papa. ¿No se ha cansado?”
- ” Es mi deber Su Santidad, por su seguridad”.
El Papa, lo miro amablemente, regreso a su departamento, y transcurridos algunos minutos regreso nuevamente trayendo entre su manos una silla.
- Al menos siéntese y descanse – dijo.
Muy sorprendido el guardia le respondió:
- ” Discúlpeme Su Santidad, pero no puedo, las reglas no lo permiten”.
- ” ¿Las reglas?” preguntó Francisco.
- ” Mi capitán, Su Santidad “, respondió el Guardia.
- “Bueno, pero yo soy el Papa y le pido que se siente”.
Un poco más tarde, el Papa regresó con un poco de pan y jamón, lo entrego al guardia y le dijo:
- ” Bon apettit hermano mío “

2 comentarios:

  1. Al fin un Papa mas humano que representante de lo Divino,que lección de bondad hacia el prójimo .Bravo Francisco tu estas dejando una impronta que no se borrara,eres un verdadero seguidor del Galileo.

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