EL ARTE DE VIVIR!!!

En la vida todo es arte, o al menos así lo he sentido siempre. Cada cosa, cada detalle, precisa la mirada de un artista. El simple hecho de movernos requiere de gracia, de una gracia especial. No es igual si caminamos como autómatas, que si nos deslizamos como gacelas. El sencillo acto de sorber un vaso de agua por ejemplo, será muy diferente si lo hacemos sintiendo cómo corre por dentro nuestro, y percibimos la diferencia entre antes de tomarla y después, o contemplamos el cristal de la copa haciéndolo jugar con las luces que nos rodean, todo, absolutamente todo, es arte. En fin, podría seguir Ad Infinitum, pero esta vez sólo quise compartir la idea que tengo. Claro que si profundizamos, vivir es todo un arte!. Aprendí a sanarme y a sanar, eso también es Arte. Existen mil y una vicisitudes y maravillas en la existencia, a través de las cuales debemos aprender a movernos con arte precisamente, tantas, que me asombró encontrar disponible el título.

SEAN TODOS USTEDES MUY BIENVENIDOS!!!

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ADVERTENCIA

Todos los mensajes aquí expuestos son para el crecimiento espiritual. El discernimiento personal es un requerimiento para leerlos. Si no resuenan con su corazón, deséchelos.

viernes, 27 de mayo de 2011

UN RETO QUE CAMBIARA TU VIDA...

 

Un mundo sin quejas

CAMBIA LA FORMA DE VER LAS COSAS, Y LAS COSAS CAMBIARÁN DE FORMA...

En Julio del 2006 Will Bowen propuso a su comunidad “El reto de los 21 días” con el propósito de ayudar a eliminar cualquier rastro de queja o lamento y sus nocivas consecuencias para el individuo.


Su propuesta fue muy simple: “Te colocas una pulsera morada con la leyenda UN MUNDO SIN QUEJAS y lo mantienes durante 21 días sin emitir ningún tipo de queja o crítica”; así sea “me duele la cabeza” o “nada me está saliendo bien”.
Si durante este periodo emites algún lamento, debes cambiar la pulsera de muñeca y volver a empezar. La mayoría de los participantes logró superar este reto, pero les tomó un mínimo de 5 meses, un tiempo que evidencia la presencia de la cultura de la queja en nuestras vidas.
Un reto que cambiará tu vida y la de tus semejantes
Ahora te estamos proponiendo asumir este reto de 21 días sin quejas, sin críticas y sin chismes… si lo logras, habrás hecho de tu vida un paraíso sin enfermedades. Tendrás mejor ánimo, menos dolores, relaciones más favorables, mayor autoestima, etc. Serás una persona más feliz y armoniosa.


Si algo no te gusta, cámbialo. Si no puedes hacerlo, cambia tu
actitud.
No te quejes.
 
¿Crees que puedes aceptar el reto?

Seis millones de personas ya lo han logrado desde 2006 cuando Will Bowen lanzó esta campaña en EEUU. Cada día se suman más personas para lograr un mundo mejor. México ya tiene una organización para apoyar ”Un mundo sin quejas”
Muchas personas decían que no se quejaban demasiado, pero con el ejercicio se dieron cuenta que lo hacían unas 20 veces en promedio al día.

Quejarnos se ha convertido en una pandemia

¿Has notado que siempre hay algo de que quejarse? El clima, el tránsito, la inseguridad en las calles, las mentiras de los políticos, la salud, el dinero que no alcanza, etc., etc. Lo único que ganamos con la QUEJA es sentirnos peor.

“Cuando criticamos, nos quejamos o juzgamos, estamos emitiendo una energía discordante. Esta energía, por la Ley de Atracción, será devuelta a nosotros pero multiplicada. Esto alimenta aquello de lo que nos quejamos y lo hacemos más grande”


Con la queja te conectas con campos de baja energía que te debilitan, te hacen vulnerable a enfermedades, conflictos sociales y carencias. Por el contrario si hablas de GRATITUD te conectas a campos de ALTA energía, en los niveles donde se desarrolla el poder personal.
Nuestra propuesta es simple: 
ABANDONAS LA QUEJA Y, TE LLENAS DE GRATITUD.
… así que mantén una observación especial de tus pensamientos y palabras y cada vez que te descubras quejándote, expresa un agradecimiento a la vida, al trabajo, a la salud… o a cualquier cosa que puedas agradecer de corazón… siempre tendrás algo para agradecer. Cada vez que emitas una queja tendrás que volver a empezar la cuenta de los días desde uno.


Pensar una queja o crítica y no la digo, ¿También cuenta?
Por suerte NO.
Sólo las palabras que salen de tu boca son las que cuentan en este caso.

Quienes lo han logrado reconocen que no es para nada fácil, pero después de las tres semanas, o más, que tardes en lograr la meta, dejas inclusive de criticar con la mente.
 
No hace falta que te pongas una pulsera morada, utiliza una piedra en el bolsillo o algo sencillo. Lo importante es aprender a darnos cuenta que a veces nos quejamos, sin darle fuerza a esto, simplemente cambiar la pulsera de brazo o la piedra de bolsillo y YA. Lo importante es darnos cuenta, no culparnos. Y a comenzar de nuevo hasta llegar a los 21 días.
¿Por qué 21 días?Los científicos dicen que se tarda 21 días en crear un hábito. Nos llevará 21 días dejar el hábito de la queja y formar el nuevo habito de la GRATITUD.

“Quejarse no debe confundirse con la crítica constructiva a través de la cual le haces saber a alguien que ha cometido un error o que tiene alguna deficiencia de modo tal que pueda mejorar. Y abstenerse de quejarse no necesariamente significa soportar malas conductas o actitudes. No hay nada de malo en decirle al camarero que la sopa está fría y que necesita ser calentada; si te ciñes a los hechos, que son siempre neutrales. -¿PERO CÓMO ME DAS LA SOPA FRÍA?- Eso si es quejarse”.
¡ Adelante !… acepta el reto… demuéstrate que SÍ puedes, y vive la GRATITUD como una experiencia que se “siente”… y asciende a un mayor nivel de conciencia y despertar, donde el panorama de la vida será más amplio y amable contigo...
Lo intentamos? ¿Asumes el reto?

21 días sin quejas
Por una vida mejor
Por un mundo mejor

  
Un texto relacionado al tema para reflexionar 

PROHIBIDO QUEJARSE
Pensaba que mi vida no iba bien. Sentía que algo siempre me faltaba. Entonces hablé con Dios.
- Me quejé de lo que me salió mal en el trabajo, pero no agradecí las manos que tengo para trabajar.
- Me quejé de tener que soportar el ruido de mis hermanos, pero no agradecí por tener una familia.
- Me quejé cuando no tenía lo que más me gustaba para comer, pero olvidé agradecer el hecho de tener qué comer.
- Me quejé por mi salario, cuando miles ni siquiera tienen uno por estar parados.
- Me quejé porque no apagaban la luz de mi cuarto al salir, pero no pensé en que muchos no tienen hogar donde tener alguna luz encendida.
- Me quejé por no poder dormir un poquito más, olvidando a quienes darían todo por tener su cuerpo sano para poder levantarse.
- Me quejé porque mi madre me reprendía, cuando millones desearían tenerla viva para poder honrarla y abrazarla.
- Me quejé porque no tenía tiempo, cuando me solicitaron dar una charla sobre Jesús, olvidando el privilegio que es poder hablar a otros de su infinito amor.

Dios me iluminó en esa conversación y entonces comprendí mi egoísmo y lo ingrato que he sido con Él. Fue cuando entonces comencé a agradecerle todas las cosas que había olvidado, y aún más de aquéllas por las que tanto me quejaba.
Recuerda este proverbio: "Pobre del que, al final del día, no sepa qué agradecer ni a Quien".
¡Que Dios bendiga tu día! Y ya sabes... ¡no te quejes!
Gracias Jordi y Alexis

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